Son muchos los elementos que parecen estar en nuestra contra, como lo mal que nos cae un profesor, lo largo de los temarios, el poco tiempo del que solemos disponer, lo complicado de determinadas asignaturas, el ruido que hay en nuestra casa…
Sin embargo, todas estas dificultades se pueden superar si tenemos motivación. Motivación es una palabra muy interesante. Viene del verbo latino movere, que quiere decir ponerse en marcha. Y es que eso es lo que necesitamos para vencer cualquier tipo de dificultad.
Si nos dejamos vencer por los impedimentos nos paramos, no hacemos nada, dejamos pasar las oportunidades y veremos cómo los demás nos superan mientras nos quedamos atrás. Sin embargo, si nos ponemos en marcha, poco a poco veremos cómo superaremos cualquier tipo de obstáculo. Vamos a ver entonces qué necesitamos para ponernos en marcha, para motivarnos.
Motivación en el estudio
Estudiar no es divertido... me aburre... No me puedo concentrar.
Ya que no es divertido... ¿Podemos hacerlo interesante?
Las razones que pueden motivar a un joven universitario no son las mismas que pueden motivar a un niño de primaria o a un joven de secundaria. Vamos a considerar algunas motivaciones a corto plazo. Además, a cada persona le motiva algo diferente o algo en un grado distinto que a los demás.
El entusiasmo mueve montañas...
¿Cómo puedo entusiasmarme con mis estudios?
1.
Los estudios son interesantes. Admitamos que no son tan divertidos como la tele, jugar a la play, una charla con los amigos, un baño a la piscina... Pero me esfuerzo en verlos interesantes y hacerlos interesantes yo mismo con mi imaginación y mi esfuerzo. Soy consciente de que este esfuerzo me ayuda.
2.
Estudiar y aprovechar bien el tiempo me deja más tiempo libre para divertirme y pasártelo bien.
3.
Mis profesores y mis padres me van a estimar, premiar y valorar mucho más...
4. Me he dado cuenta que cuando conozco bien un tema, me gusta.
5. Cuando hago las cosas bien, me siento más seguro.
6. Disfruto más en mi tiempo libre, con mis amigos, la tele, Internet si previamente he hecho mi trabajo bien.
7. Cada vez que alcanzo un pequeño triunfo me animo y me hace sentir más seguro y con ganas de ir más lejos...
Pensamientos que debes tener para estudiar al 100%
1. Ten clara su meta A nadie le gusta esforzarse si no hay alguna meta que alcanzar. ¿Tú correrías dos kilometros todos los días sin ninguna explicación? Seguro que no. Lo harías para estar en forma, ganar a tus amigos, impresionar a una chica o chico, lograr un premio o clasificación… De la misma manera, cuando te pongas a estudiar debes tener clara cuál va a ser tu meta. ¿Aprobar el próximo examen?¿Lograr el título?¿Convencer a tus padres de que lo puedes lograr?... No escogas algo abstracto como ser mejor persona o cultivar mi espíritu porque las metas abstractas son como humo en el aire, se disipan rápidamente y no dejan ningún rastro. Tampoco elijas objetivos a muy largo plazo o simplemente irrealizables como ser catedrático de universidad o llegar a ser el más listo del mundo. Estos no te ayudarán para nada, porque la consecución de los primeros puede hacerse eterna y los segundos ofrecen metas ficticias que terminarán con tu motivación. Escoge metas alcanzables a corto plazo por las que puedas luchar con todas tus fuerzas.
2. Recuerda simpre esa meta y vence a tu mente. Cuando vengan las dificultades en muy fácil perder la motivación, el movimiento hacia delante necesario. El cuerpo humano no está hecho para sufrir, ni para estar sentado más de una hora en una silla. Por ello, tu mente comenzará a lanzarte mensajes de Tú no puedes hacerlo, levántate y sal a la calle, lo que quieres no es tan importante, no merece la pena… Aparecerán miles de excusas para no seguir. Es entonces cuando debes recordar esa meta, recordar por qué estás ahí y qué quieres alcanzar. Lucha contra tu mente y que gane tu corazón.
¿Y qué pasa si no me puedo concentrar?
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El estudio me produce desinterés , cansancio..
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El sitio donde estudio me distrae: mis hermanos, la tele, mi familia habla fuerte...
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No sé trabajar rápido... Hago las cosas muy lentamente...
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No me ajusto a un horario, se me queda todo para el final y me desborda...
No eres el único, algunos genios de la humanidad también tuvieron fracasos estrepìtosos de jóvenes, pero no se rindieron.
Mis conflitos
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Conflictos con otras actividades: deseo hacer otra cosa.
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Conflictos emocionales. Son frecuentes y requieren de un análisis con personas de vuestra confianza para solucionarlos.
Truco para el control de la atención: Trabajar muy rápido
En ambos casos el control de la atención hacia el estudio se hace muy difícil
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Contra la distracción: RAPIDEZ. Ponte un reloj y oblígate a un reto cada 10 minutos.
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Contra la inercia de ponerse a trabajar: coger papel y lápiz y ponerse a escribir.
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Contra la indecisión: planes y horarios.
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Ver también la automotivación.
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Tu lema: no te rindas nunca.
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Por último: el esfuerzo y la constancia..