Simplemente, diferente. Así se puede describir este juego que brilla por la ausencia de cualquier objetivo a conseguir, de cualquier reto. Un juego que rompe con todo estilo conocido, aunque no sea a gusto de todos.
El juego es tan simple como que eres un organismo unicelular, y como en la naturaleza misma, tu objetivo es crecer. Flotas por un espacio infinito sin apenas detalles. Tu forma de evolucionar, es comer. Por eso, en el momento en que acabes con toda la vida de un nivel, pasarás al siguiente, a una nueva capa de profundidad. Para controlar a tal organismo, utilizaremos el movimiento del Sixaxis. Para lo único que necesitaremos tocar un botón será para realizar una especie de movimiento especial. Este es un juego donde no encontraremos marcadores, ni objetivos, ni muerte, no podremos ganar ni perder. Flow representa el viaje por un entorno único, especial y misterioso. Se trata de una experiencia interactiva que nos da toda la sensación de quietud y tranquilidad. No apto para todo el mundo.
Gráficamente no es un juego que pueda demostrar toda la capacidad de la consola, pero no significa no se consiga un apartado visual excelente. En vez de escenarios muy recargados con grandes cantidades de elementos, el juego opta por unas combinaciones de colores excelentes, que en un televisor de buena definición, puede crear colores y tonalidades únicas.
Y otra prueba de la falta de retos de este juego, es que no se puede morir. En caso de que otro organismo devore parte detus componentes, te hará retroceder a un nivel inferior, donde podrás volver a alimentarte de nuevo, crecer y pasar a la siguiente fase. Todas las criaturas que encontremos contribuirán a la tranquilidad. Sus formas son variadas, imposibles. Al principio las criaturas pueden parecer algo pequeñas y ridículas, pero conforme avancemos se volverán complejas y grandes. Pero lo realmente hipnótico de estas criaturas, es su sensación de movimiento, cuya suavidad y ritmo te dejarán pasmado. Otros aspectos que consiguen impresionar son el poder ver criaturas que te esperan en el siguiente nivel. La música, al igual de extraña que el juego, aunque no tiene nada que ver con los gráficos, se complementan a la perfección.
Este juego precisamente no requiere habilidad. El objetivo: devorar todo lo que haya a tu alrededor, y evitar que hagan lo mismo contigo. Para manejar al organismo lo haremos con el movimiento del mando, que permite movimientos suaves y precisos. En el momento que pulsemos cualquier botón del mando, nuestro organismo atacará de forma un poco más feroz. Cada uno de los organismos goza de su propio patrón de comportamiento, encontrando algunos que huirán, otros que te atacarán, y otros que se mantendrán neutros. En algunas ocasiones, ciertas luchas pueden volverse feroces, cosa que contrasta bastante con el juego.
Este no es un juego de terminarlo y ya está. Se puede completar en poco tiempo. Es un juego para jugarlo con diferentes organismos, y sobre todo, para descansar la mente o para empezarlo antes de una sesión de juego. El modo multijugador, es divertido ya que ofrece jugar con un compañero para acabar con todo, pero que también permite devorar a tu amigo.
Como la opinión depende de cada uno, algunos lo calificarán como excelente, y otros como un juego vacío. Y ambos tendrán razón. Ante todo, este es un juego único, con un aspecto visual muy bueno, original y que te permite relajarte durante unos instantes.
Puntuación de Estudiantes (de 1 a 10): 8,5