Que se hace los domingos
Cada domingo en Irlanda es un día libre con la familia. Ella te puede dejar elegir lo que quieres hacer, sacarte de paseo o decirte que vallas con ellos a la iglesia. Normalmente las familias suelen salir por ahí y tu les acompañas. Yo la verdad es que no fui con la familia ningún día, por que me dejaron elegir lo que hacer, y no me gusta ir a la iglesia. En eso tenía suerte de que estaba al lado de la montaña, y podía ir a pasear. Si no me quedaba descansado y recuperandome viendo la tele o escuchando música.
Uno de los domingos, el tercero, me fui con los franceses de mi casa a la montaña en plan excursión grande de subir hasta arriba de la montaña. A la hora de subida las mujeres que venían con nosotros abandonaron y nos dejaron solo a mi y a otro. Empezamos a subir y la verdad es que tardamos 3 horas en total, pero mereció la pena. Las vistas eran impresionantes y veíamos toda la entrada de el mar hasta Tralee. Además la montaña tenía forma de cuenca, así que se formaba un pequeño río que daba ambiente muy agradable.
A la vuelta a casa nos encontramos con unos caballos que acariciamos. Ya en la casa cenamos a las 6 y yo me acosté pronto por que una subida a las colinas típicas, aunque parezca que no es casi nada de inclinación o de dificultad, es mucha, y acabas con los músculos y los pies hechos polvo, y eso que estoy acostumbrado a hacer deporte.
Por lo demás era estar en el jardín de la casa viendo el paisaje o la tele.
Uno de los domingos, el tercero, me fui con los franceses de mi casa a la montaña en plan excursión grande de subir hasta arriba de la montaña. A la hora de subida las mujeres que venían con nosotros abandonaron y nos dejaron solo a mi y a otro. Empezamos a subir y la verdad es que tardamos 3 horas en total, pero mereció la pena. Las vistas eran impresionantes y veíamos toda la entrada de el mar hasta Tralee. Además la montaña tenía forma de cuenca, así que se formaba un pequeño río que daba ambiente muy agradable.
A la vuelta a casa nos encontramos con unos caballos que acariciamos. Ya en la casa cenamos a las 6 y yo me acosté pronto por que una subida a las colinas típicas, aunque parezca que no es casi nada de inclinación o de dificultad, es mucha, y acabas con los músculos y los pies hechos polvo, y eso que estoy acostumbrado a hacer deporte.
Por lo demás era estar en el jardín de la casa viendo el paisaje o la tele.
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